En la tierra primitiva no existía suelo, mucho menos plantas o cualquier forma de vida, se estima que el planeta tiene una edad de más de 4 mil 600 millones de años. En sus “primeros años (o millones de años)” debido a la gran cantidad de colisiones que sufría la temperatura era elevada, no existía una atmósfera como la conocemos hoy en día y no había agua ni continentes.
Con el paso del tiempo el planeta experimentó cambios significativos, la temperatura descendió, aparecieron las primeras moléculas que dieron paso a la formación de compuestos como el agua, proteínas, entre otros, el tiempo pasaba y hasta hace unos 3 mil 500 millones de años la vida tuvo que haber aparecido, lamentablemente no sabemos cómo sucedió porque no tenemos acceso a las rocas sedimentarias, las cuales guardan la información de esa tierra primitiva.
Con el enfriamiento, el planeta “se acomodó”, las primeras extensiones de roca basal buscaban un lugar entre los terremotos, erupciones volcánicas y tormentas. Es aquí en donde los procesos físicos, químicos y biológicos dieron lugar a la formación de lo que hoy conocemos como suelo, a través de un proceso de erosión, se fueron acumulando en la parte superficial de las rocas basales. De varios colores y texturas, debido a la presencia o ausencia de minerales y compuestos.
El suelo está compuesto por 3 fases:
La parte sólida está compuesta por:
Los elementos más abundantes en el suelo son: Oxígeno (45% aprox.) y silicio (27% aprox.), el resto corresponde a más de 90 elementos como aluminio (8%), hierro (5%), calcio (3%), sodio (3%), potasio (2.5%) y magnesio (2%).
Así que la próxima vez que te encuentres en tu cultivo, rancho o en la naturaleza, recuerda que el suelo es la materialización del tiempo, la evolución del planeta y adaptación. Tienes en tus manos la historia del origen del planeta y de la vida.
“De chile, de mole y de dulce”, cada Suelo es distinto, las partículas que los forman son de tamaños y texturas diferentes. De acuerdo con el tamaño de las partículas, podemos clasificarlos en: Arcillas (partículas menores de 0.002 mm), Limo (0.002-0.05 mm), Arena (0.05 – 2 mm) y Grava (partículas mayores a 2 mm).
Estas pueden estar en diferente porcentaje en cada suelo y de eso dependerán las características del suelo.
Para que el suelo se forme requiere de cierto tiempo y de procesos físicos, químicos y biológicos. A continuación, te explicamos brevemente cómo es ese proceso de formación.
Para que el suelo haya alcanzado su clímax ¡deben pasar varios años!, por ello es muy importante conservar el suelo (la capa superficial) para mantener la productividad del cultivo.
El suelo maduro albergará nutrimentos, minerales y materia orgánica, esta última es la encargada de aumentar la porosidad del suelo, permitiendo retención de humedad y que se aumente la aireación. Además, la materia orgánica permite a los microrganismos en el suelo su reproducción.
Cuando la capa superior de suelo se pierde, hay menor retención de agua y las raíces de las plantas ya no tienen el soporte necesario, se pierde la materia orgánica, el nitrógeno, el fósforo y otros elementos. El suelo comienza a endurecerse, esto impide a las raíces tomar más recursos. Como resultado final…rendimientos sumamente bajos de la cosecha.
Suelos
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